La soledad no es una elección.

Desde el blog » Burbujitas de Esperanza» http://angelaco.wordpress.com/2014/01/10/la-soledad-no-es-una-eleccion/ :

image

Recuerdo una definición de autismo de hace algún tiempo. “Repliegue sobre sí mismo”. Este tipo de definiciones conduce a mitos erróneos de esos difíciles de desarraigar: que las personas con autismo prefieren la soledad.

Preferir es escoger entre varias opciones. Ellos no escogen socializar o aislarse. Comunicarse o no hacerlo. Simplemente se ajustan según las herramientas y las habilidades que adquieran en su camino. Si no tienen las básicas la soledad se convertirá en un estado obligado.

Influye la dificultad para acceder a actividades comunitarias y a la intervención temprana, factores importantes a la hora de facilitar la inclusión en la sociedad. Igualmente el carácter o la forma de ser que subyace tras el T.E.A. pues así como personas extrovertidas también las hay introvertidas, cada uno con sus ventajas y desventajas.

Entonces cuando vemos a un chico con autismo quien ante una visita se aísla en su cuarto o en el salón de clases busca sentarse en el último rincón, no es porque tiene autismo, seguramente el proceso que ha llevado a cabo no le ha dado esas herramientas que le permitan hacer parte de ese mundo social tan confuso y difícil de interpretar para él y el entorno tampoco se lo hace fácil. Por eso es muy riesgoso justificar basados en su condición y más riesgoso aún “respetar” esa soledad o aislamiento, seguramente habrá momentos en que se le permita estar solo, pero no convertirla en una conducta regular.

Con los años esa conducta de aislamiento se convierte en un problema gigante. La fluctuación entre querer socializar y evitar hacerlo se une al reconocerse diferente de la gente que le rodea, esto da lugar a esas depresiones y estados de ansiedad tan característicos de la adolescencia que a veces se nos vuelven tan inmanejables a los padres y terminan sucumbiendo a la medicación.

Por esto es indispensable que la intervención temprana se equilibre y no se convierta solamente en horas en salones con terapeutas sin generalizar en contextos naturales. Así como también es importante exponer a nuestros chicos a situaciones sociales donde las experiencias les den herramientas y habilidades, existiendo mediadores del proceso (padres, maestros, terapeutas), siempre respetando su individualidad y su ritmo de aprendizaje.

Para los adolescentes que pertenecen a la generación del diagnóstico e intervención tardías también hay enormes posibilidades. Integrarlo a actividades deportivas, lúdicas, recreativas, sacan ese ser social capaz y deseoso de relacionarse con el mundo. Requiere de un mayor esfuerzo, pero lo vale totalmente.

Nuestros hijos no escogen la soledad como opción de vida. Les gusta la gente y se sienten muy bien cuando los hacen parte del grupo social respetando su forma de ser y no siendo juzgados por tener una condición.

Deja un comentario