Muchas veces cuando veo a Lucía tan sola me pregunto: ¿Qué falla? ¿Hay algo que hacemos mal? ¿Qué podríamos hacer?
Y luego llega Marcos del parque, pregunta por ella, le dice que si quiere pintar mientras ella da pequeños saltos de alegría y se tira más de una hora en su habitación.
La respuesta la tiene Marcos con 10 años. La respuesta se llama ‘Querer» y claro, no todos quieren.
Así de claro.
Así de simple.
Ni más, ni menos.