Hay varios tramos cortados por obras en el camino que hacemos para llevar a Lucía al instituto y después a Marcos al cole. Cuando ya dejamos a Lucía le digo a Marcos:
– Marcos, qué rollo las obras. Ojalá terminen pronto…
– Sí, porque llegamos tarde…Bueno, luego no nos vas a tener que traer. Cuando yo entre al instituto, Lucía pronto se irá a la universidad.
– Bueno, no sabemos… Quizá Lucía no pueda ir a la universidad…
– Venga, mamá ¿Cómo no va a ir a la universidad? ¿Allí no hay aula?
– Creo que no…pero no es eso.
-Pues esto es muy injusto, después de tantos años de colegio y instituto y no sirve para nada…
Se queda pensativo y algo triste hasta que encuentra a su amiga Adriana y se ponen en la fila para entrar al colegio.