Tengo dos opciones: callar (que seguro estoy mucho más guapa) o hablar y escribir lo que me parezca injusto o denunciable. He elegido la segunda, no porque me guste, la he elegido porque no me lo perdonaría nunca y mi hija, si fuese consciente, tampoco.
Hay que luchar contra lo injusto aunque creamos que no sirve, sí sirve. Poquito a poquito, montón a montón servirá para los que vengan después y ojalá nuestros hijos o hermanos se puedan beneficiar…
Digo esto porque no es agradable escribir aquí situaciones tan complicadas, lo paso mal pero creo que sirve o acompaña a otras familias. Yo lucho así: con flores, libros y palabras.
Gracias a todos por vuestras palabras, cariño y sobre todo, vuestro respeto.
GRACIAS
