Desde que Lucía era pequeña hemos usado la bici en muchas ocasiones, unas veces con ruedines y algún intento sin ellos, pero todos fallidos.
Ayer, inesperadamente, tuvo éxito a la primera y estamos muy contentos y emocionados de haber seguido intentando, de no rendirnos, de correr detrás de la bici hasta no poder más…
Y así es como hay que seguir haciéndolo. Habrá cosas que consiga y otras que no, como todos, pero que nunca sea por no haberlo intentado.
Estamos muy orgullosos de tí, te queremos mucho. ¡Bravo, campeona!