Educar a cualquiera y a cada uno…

Educar a cualquiera y a cada uno…

Porque hay que querer y poder acariciar una joroba, o un muñón, o la pierna ausente, o la boca casi muda. Hay que querer y poder mirar una mirada que no nos mira. Hay que querer y poder perderse en otra lengua. Hay que querer y poder renunciar a todo vestigio de normalidad. Hay que querer y poder afectarse, imposibilitarse, ensordecerse, enceguecerse, paralizarse, aislarse, olvidarse, tartamudearse para que el propio cuerpo deje de creer ser, de una vez por todas, ese fatídico centro del universo educativo.

Carlos Skliar

Deja un comentario