Una Vida Digna

Que la etiqueta no tape a la PERSONA.

Que el fracaso no esté asegurado.

Que les quiten el NO de la frente.

Que les dejen aprender porque pueden hacerlo, aunque la manera sea otra en muchos casos.

Que valoren el esfuerzo y sirva para los dictámenes. Dejemos ya los números, son personas.

Que la escuela no esté hecha sólo para unos pocos, la vida en general está hecha para unos poquitos.

Que tengan oportunidades, no sólo en educación, también laborales, etc

Que no sea tan fácil echarles la culpa.

Que se les tenga RESPETO, eso ante todo, es lo más importante.

Que las familias y ellos mismos no tengan miedo a reclamar lo que es suyo, lo que es justo. «El opresor y el oprimido…»¿os suena? Es de Nacho Calderón.

Que no dejemos que su futuro esté escrito, eso nadie lo sabe.

Que tengamos un vocabulario correcto, un trato de igual a igual.

Que ayudemos si es necesario, a todos nos gusta que nos ayuden cuando lo necesitamos. Ser humano, lo llaman.

Que esto… ¿Se cumple lo que dice ahí?

Declaración Universal de Derechos Humanos

 

Artículo 26
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

Que no es un juego, no debemos depender de la suerte como en la mayoría de los casos. No podemos callarnos, tenemos que luchar para conseguir que ese párrafo se cumpla. Que no tenga yo que creerme y resignarme (con mi hija de 9 años) que a los 20 años se acabó la formacion para ella y no queda nada, sólo cuatro paredes con la misma gente, las mismas actividades, el mismo patio…desde los 20 hasta… (por supuesto respetando a la gente que estén allí y los profesionales).Esto lo cuenta muy bien Susana Bautista Fajardo en Proyecto MADRES.

No debemos rendirnos, tenemos que luchar para conseguirlo, tenemos que cambiar todo de alguna manera…somos muchos y otros colectivos han podido conseguirlo. Tenemos que proponerlo seriamente. ¿Por qué nosotros no?

Que la inclusión no sea una mentira.

Que se cumplan los derechos humanos y tengan  UNA VIDA DIGNA, así todos la podríamos tener.

Seguimos, como dice Alejandro Calleja.

Seguimos, Lucía.

Deja un comentario