Lucía, mi Lucía.

Cada lunes y jueves Lucía acude al centro de Atención Temprana FAD, con algunos parones pero desde hace cuatro años. Para nosotros FAD ha sido durante estos años un gran apoyo en todos los sentidos. Hemos conocido muchas profesionales que además de trabajar con Lucía codo con codo, también nos han enseñado, nos han guiado cuando estábamos muy, muy perdidos…

Cada día aprendemos como hacer diferentes trabajos con Lucía, junto con el cole.

FAD está dividido en aulas y cada una la representa una fruta, aunque Lucía ha estado en varias, muchas de sus sesiones  han sido en la «Sandia» con Cristina, estimuladora y psicóloga que trabaja en este centro desde hace muchos años y que para nosotros es una persona muy especial y muy querida,mucho.

Le pedí que nos contara su experiencia con Lucía y por supuesto aceptó encantada, cuenta muy bien los principios hasta llegar a hoy.

Espero que le sirva de mucha ayuda a padres que como nosotros hace unos años creíamos que no saldríamos de aquella burbuja como ella dice…

¡Muchas gracias Rubia!

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Lucía es una niña especial y, cuando digo especial, no es porque tenga autismo: Lucía tiene algo en ella misma que le hacer ser muy especial y muy querida por todo aquel que la conoce. Lucía entró en FAD en Septiembre de 2009. Desde el primer día, fue una niña que me llamó mucho la atención: era muy pequeña y tenía una gran burbuja a su alrededor; correteaba por la clase sin sentido, no se centraba en nada y no permitía que nadie se acercara a ella a menos de un metro. Si estaba en la colchoneta y yo me acercaba, se iba a la mesa y, si estaba en la mesa y me acercaba, a la colchoneta. Era un misterio, lo que la pasaba estaba claro pero ¿qué podía hacer para que me dejara entrar un poquito en su burbuja? Fueron muchas sesiones intentando introducirme en su juego,siempre respetando su espacio y avanzando hasta donde ella me dejara llegar. Poco a poco, se fue sentando en una mesa, poco a poco, jugaba funcionalmente con juguetes de su interés (huchas, botellas con bolitas, etc.), ¡y también muy poco a poco fue levantado su cabeza para mirarme! En Enero de 2011, a Lucía le concedieron un Aula TGD, el aula 10 de la Escuela Infantil Lope de Vega. Me dio muchísima pena que dejara de venir a FAD, aunque sabía que allí iba a estar muy bien atendida, como, de hecho, así es. Afortunadamente, nunca perdí el contacto con sus padres y, aunque no tan diariamente, sabía de los avances de la niña. En octubre de 2013, Lucía volvió a FAD. Volver a tenerla fue una gran alegría ¡¡y ver todo lo que había avanzado mucho más!! Esa niña pequeña con una megaburbuja¡¡ahora es una niña mayor a la que le encantan que le hagan cosquillas, que te pide cosas con dos palabras, que lee globalmente, que escribe, que colabora muy bien en las sesiones, que disfruta contigo de muchas actividades y que cuando te mira te dice tantas cosas!! ¡¡¡Para mí, ése es el gran avance de Lucía, todo lo que ahora nos puede decir con esos preciosos ojos negros!!! Lucía tiene muchas cosas buenas pero, sin duda, para mí la mejor son sus padres: Rubén y Belén. Unos padrazos excepcionales, con un amor inmenso entre ellos que, desde el primer momento, quisieron saber lo que tenía su hija, por mucho dolor que eso les produjera; que nunca ignoran los consejos de un profesional y que siempre han mirado más por los avances de Lucía, que por las dificultades ,pero también son unos padres que adoran a su otro hijo, Marcos, al que están enseñando unos valores importantísimos para la vida.

Han sufrido mucho, lo sé, pero también han actuado siempre con un amor incondicional hacia su hija, y la han defendido y lo harán por encima de todo.  Por eso, y por dejarme participar en este proyecto: ¡¡mil gracias!!.

Cris, estimuladora y psicóloga de FAD.

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