Te soñé bonito cuando ni siquiera existías…
Te soñé bonito cuando iba al médico una y otra vez sin conseguir ver ese «positivo» en las pruebas de embarazo…
Te soñé bonito cuando por fin estabas dentro de mi…
Te soñé muy bonito cuando te vi por primera vez…
Te soñé bonito durante tus dos primeros años de vida, todo tan fácil…
No soñé tan bonito cuando me dieron tu diagnóstico…porque a partir de ahí te busqué y no te encontraba, buscaba tu mirada, tus ojos, tus palabras, tus abrazos…te buscaba constantemente sin parar, era mi obsesión.
Un día, me di cuenta que no tenía nada que buscar, que eras la misma niña del principio…y ese día me di cuenta todo lo que me había perdido buscándote y dejé de hacerlo para disfrutarte…
No hay nada que buscar, no eres un bicho extraño, eres tú desde el principio. Mi forma de verte era la que te cambiaba, tú eras la misma.
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«Vamos a viajar por la vida en ese barquito de papel que tú dibujas tan bien, tú serás la capitana y también su timonel.
Lo llenaremos de rosas para regalar y manzanas para comer.
Si alguna vez nos encontramos un monstruo le preguntaremos quién es, no sea que sus colores no nos dejen ver bien.
Y soñaremos con un mundo menos cruel, donde los cocodrilos no se metan en las cuevas y nos dejen ser personas como nos gusta ser.
Y entre los siete colores del arco iris…surcaremos los mares , venceremos cocodrilos y soñaremos bonito, siempre, en nuestro barquito de papel.»
Todos los dibujos son hechos por Lucía y para mí tienen un valor incalculable.
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